
Comer parece algo tan sencillo, pero la nutrición puede complicarse muy rápidamente. La gente suele sentirse confundida; un año, los científicos dicen que la carne roja es mala, y otro que es buena. Es más, ahora se acusa a la comunidad científica de tener vínculos corporativos con la industria alimentaria, lo que puede empañar sus investigaciones. Un nuevo artículo publicado en la revista médica JAMA describe este posible conflicto.
El conflicto
Hace tiempo que en la comunidad científica se dice que comer carne roja es malo para la salud. En concreto, se ha relacionado con las enfermedades cardiacas y el cáncer. El otoño pasado, Annals of Internal Medicine, otra revista médica, publicó una nueva revisión en la que se examinaban todas las pruebas sobre la carne roja. Las pruebas de que la carne roja es mala son, en el mejor de los casos, escasas.
El editor de Annals recibió entonces miles de correos electrónicos de la True Health Initiative (THI), un grupo de profesionales de la salud con investigadores en nutrición basados principalmente en la industria de las plantas. La THI estaba disgustada por el hecho de que Annals publicara semejante reseña. Algunos miembros del sector acusaron a la THI de tener demasiados vínculos corporativos con las industrias basadas en plantas y del bienestar. Otros acusaron a los investigadores implicados en los estudios revisados por Annals de tener vínculos corporativos con la carne roja, por lo que posiblemente restaron importancia a las consecuencias de la carne roja para la salud.
¿Qué decían los antiguos estudios?
Existen innumerables estudios que han examinado las consecuencias para la salud del consumo de carne roja. Todos ellos examinan cuestiones diferentes. Por ejemplo, un estudio puede examinar la relación entre la carne roja y el cáncer de mama, el otro entre la carne roja y la diabetes, etc.
Los antiguos estudios afirmaban que comer carne roja con regularidad era malo para la salud. En concreto, que más carne roja en la dieta de una persona se correlacionaba con un mayor riesgo de cáncer, derrame cerebral, infarto de miocardio y diabetes. La carne de vacuno se correlacionó con un aumento del 10% de cáncer colorrectal y un 24% de cáncer de colon. La carne roja también se asocia con un aumento del 30% de gliomas, tumores de la médula espinal y el cerebro. La carne roja también se ha asociado con un aumento del 6% en el cáncer de mama. Además, el consumo de carne roja se asoció con un aumento del 11% en la incidencia de ictus. Por último, los estudios antiguos demostraron que comer más carne roja se asociaba a una mayor incidencia de diabetes.
¿Qué dice el nuevo estudio?
El nuevo «estudio» es, en realidad, una nueva mirada a 12 estudios antiguos. Revisaron las pruebas y los métodos utilizados en los estudios anteriores y utilizaron un sistema de evaluación denominado GRADE. GRADE son las siglas de Grading of Recommendations, Assessment, Development, and Evaluations. Utilizaron GRADE para evaluar las pruebas de los 12 estudios. Afirmaron que los 12 estudios no tenían pruebas suficientemente sólidas para relacionar la carne roja con resultados adversos para la salud. Sin embargo, este nuevo estudio admitió que ellos mismos también tenían pruebas débiles para criticar los 12 estudios anteriores.
¿Cuáles son las preocupaciones?
Obviamente, toda esta ciencia puede llegar a ser muy confusa. En primer lugar, la propia ciencia de la nutrición es un campo complicado. A diferencia de los estudios científicos habituales, los científicos de la nutrición no pueden controlar todas las variables. Es decir, no pueden obligar a la gente a seguir una dieta específica. Incluso si piden a la gente que informe de todo lo que come, a menudo se olvida de lo que come o simplemente no sabe medir sus alimentos correctamente. Por ello, los datos en sí suelen ser fiables.
Otro factor poco fiable es la motivación de estos estudios. Este es el quid de las acusaciones de los Annals y la respuesta del THI. El THI acusa a los científicos de los Annals de estar financiados por la corporación de la carne roja. Por ejemplo, uno de los investigadores que escribió las directrices de Annals, Bradley Johnston, PhD, también escribió otro estudio en 2016 que fue fundado por la industria alimentaria y agrícola. Algunas personas se enojaron porque el Dr. Johnston no reveló sus fuentes de financiación y puede haber engañado al público sobre el momento de esa financiación. A su vez, algunos profesionales de la salud han acusado al THI de estar financiado por la industria del bienestar y basada en plantas. De hecho, uno de los miembros del THI también fue financiado por el mismo instituto de alimentación y agricultura que financió a Johnston. Además, el THI tiene muchos socios con ánimo de lucro que pertenecen a la industria del bienestar.
¿Cuál es el resultado final?
Aunque la financiación y la motivación de estos dos grupos siguen sin estar claras, hay muchos otros investigadores y estudios que confirman las conclusiones anteriores: La carne roja aumenta ligeramente el riesgo de cáncer, diabetes, cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. Además, hay otras consideraciones que la gente puede tener en cuenta a la hora de decidir eliminar la carne roja de su dieta, como el impacto en el medio ambiente y los derechos de los animales.
Conclusión
La ciencia puede ser complicada y confusa. Y lo es aún más cuando los investigadores tienen conflictos de intereses económicos. La conclusión es que la mayoría de las investigaciones existentes demuestran que la carne roja tiene consecuencias perjudiciales para la salud. Póngase en contacto con el Instituto Antienvejecimiento y Bienestar para obtener más información sobre cómo puede adaptar mejor su dieta para alcanzar sus objetivos de salud.