cortisol

Cortisol: Lo bueno, lo malo y lo feo

Las hormonas esteroideas derivan del colesterol y son producidas por la glándula suprarrenal, los testículos y los ovarios. El cortisol es una hormona esteroide producida por las glándulas suprarrenales. Se la conoce comúnmente como la hormona de la «lucha o huida» porque es liberada por las glándulas suprarrenales en situaciones de estrés, y sin ella no seríamos capaces de responder adecuadamente a cambios repentinos en nuestro entorno.

En el nivel correcto, el cortisol es esencial y, además de ayudarnos a responder al estrés y a situaciones peligrosas, también nos ayuda con muchas otras funciones, entre ellas:

  • Nos ayuda a mantenernos despiertos y alerta
  • Nos ayuda a mantener equilibrados los niveles de azúcar en sangre
  • Ayudar a mantener una tensión arterial adecuada
  • Ayudar a mantener nuestro metabolismo descomponiendo proteínas, grasas e hidratos de carbono.
  • Ayuda a mantener el sistema inmunitario
  • Reduce la inflamación y ayuda a la cicatrización
  • Nos ayuda a mantener nuestra función cognitiva y evita la niebla cerebral
  • Ayudar al desarrollo del feto durante el embarazo

En respuesta a una amenaza percibida, el cuerpo aumenta la secreción de cortisol, lo que proporciona una explosión de energía y fuerza. Sin embargo, el estrés constante puede mantener los niveles de cortisol demasiado altos durante largos periodos de tiempo. Los estudios han demostrado que incluso niveles moderadamente altos de cortisol durante periodos prolongados pueden afectar negativamente a nuestra salud y bienestar.

La secreción normal de cortisol sigue un ritmo, con niveles más altos por la mañana y más bajos por la noche, lo que nos ayuda a mantener unos patrones de sueño adecuados. Las personas que segregan demasiado o muy poco cortisol pueden experimentar trastornos del sueño y empezar a sentirse cansadas todo el día y luego ansiosas o excitadas por la noche. Un exceso de cortisol puede provocar síntomas como:

  • Aumento de peso
  • Dificultad para conciliar el sueño o para permanecer dormido por la noche.
  • Sensación de ansiedad
  • Desequilibrios hormonales
  • Fatiga
  • Cambios de humor
  • Micción frecuente
  • Periodos irregulares
  • Hipertensión arterial
  • Dolor muscular y/o articular
  • Disminución del deseo sexual
  • Acné
  • Sed excesiva
  • Líneas verticales en las uñas
  • Aumento del número de infecciones o enfermedades
  • Cara hinchada

¿Qué puede hacer que el organismo produzca demasiado cortisol?

  • Estrés
  • Depresión
  • Medicamentos corticosteroides (por ejemplo, prednisona, hidrocortisona)
  • Ejercicio excesivo
  • Consumo de alcohol o drogas
  • Trastornos alimentarios
  • Azúcar y alimentos procesados
  • Hipertiroidismo
  • Obesidad
  • Enfermedad renal o hepática
  • Cirugía
  • Enfermedad o lesión
  • Un tumor benigno

El equilibrio hormonal es vital para una mente y un cuerpo sanos. El cortisol, una hormona esteroidea, ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre, regula el metabolismo, reduce la inflamación, mantiene un equilibrio adecuado de sal y agua, controla la presión arterial y contribuye a la función cognitiva. Los niveles elevados de cortisol pueden provocar enfermedades crónicas. Cuando la gente habla del cortisol, suele referirse a sus efectos negativos, pero todos lo necesitamos para vivir. Los médicos de Anti-Aging and Wellness Clinic analizarán sus niveles de cortisol para determinar si son normales, altos o bajos.

Basándonos en sus resultados de laboratorio, historial médico, estilo de vida actual y objetivos personales, desarrollaremos un plan de salud adaptado a sus necesidades individuales. En la Anti-Aging and Wellness Clinic le ayudaremos a desarrollar un plan de salud que optimizará su salud física, ralentizará los signos del envejecimiento y reducirá el riesgo de enfermedades crónicas relacionadas con la edad, como las cardiopatías, el cáncer, la diabetes y el Alzheimer. Póngase en contacto con nosotros hoy mismo para programar su consulta inicial.

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